
La Casa Blanca ataca de nuevo a Obama en medio del escándalo Epstein

La Casa Blanca volvió al ataque este miércoles contra el exmandatario demócrata Barack Obama al acusarlo de "conspiración" contra el presidente Donald Trump, en un nuevo intento de desviar la atención del revuelo generado por el caso Jeffrey Epstein.
El primer presidente negro en la historia de Estados Unidos se ha convertido en un blanco del millonario republicano.
Trump quiere convencer a parte de su base que pase página y deje de acusarlo de falta de transparencia por sus reticencias a revelar los detalles sobre el expediente de Epstein, un financiero acaudalado hallado muerto en su celda en 2019 antes de su juicio por delitos sexuales.
La jefa de inteligencia de Trump, Tulsi Gabbard, declaró en rueda de prensa en la Casa Blanca que Obama ha llevado a cabo un "golpe de Estado que duró años". Fue, dijo, una "conspiración traicionera contra el pueblo estadounidense, nuestra República, y un intento de socavar la administración del presidente Trump".
Un argumento que retoma la versión de Trump. El republicano acusa a Obama, en el poder de 2009 a 2017, y a Hillary Clinton, la candidata demócrata a quien derrotó en las elecciones presidenciales de 2016, de difundir información falsa para desprestigiarlo sobre la posible interferencia rusa en la campaña que lo llevó a la Casa Blanca por primera vez.
- "Pruebas irrefutables" -
Gabbard citó datos de inteligencia desclasificados recientemente que, según ella, proporcionan "pruebas irrefutables" de que Obama ha ordenado la manipulación de las evaluaciones de inteligencia para acusar a Rusia de interferencia electoral.
El Departamento de Justicia anunció este miércoles la formación de una unidad especial para "evaluar las pruebas hechas públicas" por Gabbard.
Las afirmaciones de Gabbard se contradicen con cuatro investigaciones penales, de contrainteligencia e independientes realizadas entre 2019 y 2023. Todas ellas concluyeron que Rusia interfirió en los comicios y de una manera u otra ayudó a Trump.
- "Es ridículo" -
"Cuando no tienen nada concreto que presentar a los estadounidenses, los republicanos le echan la culpa a Barack Obama. Es ridículo", denunció el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
Trump es conocido por su habilidad para sobrevivir políticamente a los escándalos, aunque le está resultando difícil dejar atrás el caso Epstein.
El gobierno estadounidense asegura que no existen pruebas de la existencia de una lista secreta de clientes para este amigo de las estrellas y los poderosos, pero el movimiento trumpista "Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande", más conocido por sus siglas en inglés MAGA, no está nada convencido de ello.
Quiere que Trump cumpla su promesa electoral y publique los archivos del caso.
Las cosas se complicaron aún más para él cuando The Wall Street Journal le atribuyó una carta subida de tono destinada a Epstein por su cumpleaños en 2003.
Trump niega haberla escrito y ha demandado al periódico, que este miércoles asegura que la fiscal general, Pam Bondi, informó en mayo al presidente que su nombre aparece varias veces en los archivos de Epstein.
El portavoz de Trump, Steven Cheung, calificó esto de "noticia falsa" y afirmó que Trump había roto con Epstein hacía tiempo y lo había "expulsado de su club por ser un canalla".
Entre tanto, los demócratas aumentan la presión.
Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes enviaron a los congresistas de vacaciones a partir de este miércoles para un receso de seis semanas con el fin de evitar que los demócratas los obliguen a realizar votaciones políticamente incómodas sobre el caso.
Antes los demócratas convencieron a varios republicanos de un subcomité de la Cámara de Representantes para votar un texto que pide al Departamento de Justicia que publique los documentos judiciales del caso Epstein.
H.Reyes--SFF