
Marité Ugás y Mariana Rondón traen a la Mostra un thriller venezolano de supervivencia y pérdida

La peruana Marité Ugás y la venezolana Mariana Rondón presentaron este jueves en la Mostra de Venecia su última película, "Aún es de noche en Caracas", un thriller de supervivencia y de pérdida en una Venezuela sacudida por las protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
La complicidad que une a las dos cineastas se nota desde el primer minuto, mientras cuentan los entresijos del rodaje del filme, una adaptación de la novela "La hija de la española", de Karina Sainz Borgo.
"Aún es de noche en Caracas" es la séptima película que hacen juntas. Y eso que después del primer filme que codirigieron, "A la media noche y media" (1999), cuando "estaban en sus veintes", se dijeron "nunca más".
El filme opta al premio del público dentro de la sección Spotlight de la 82ª Mostra de Venecia, dedicada a nuevas tendencias.
En "Aún es de noche en Caracas", la actriz colombiana Natalia Reyes encarna a Adelaida, una venezolana de 38 años que acaba de enterrar a su madre y que lucha por sobrevivir en medio de las protestas contra el gobierno en Caracas en 2017. Aquellas marchas, duramente reprimidas, dejaron más de cien muertos.
"Desde que leímos la novela, cuando sale en el 2019 y sin tener en la mira adaptarla, nos apasionó de inmediato, sobre todo este personaje femenino que nos lleva a navegar por este laberinto, esta soledad, esta prisión inmensa", indica Marité Ugás (62 años) durante una entrevista con AFP en el Lido de Venecia, donde tiene lugar el certamen.
- "El autoritarismo de los tiempos" -
Para la adaptación, las directoras crearon "thriller de la más pura herencia de Costa Gavras, con la sobrevivencia como eje" pero en el que la pérdida "es la clave: la de la madre, la del amor, la de un país", explica por su parte Mariana Rondón.
"¿Qué está pasando con el inmigrante? ¿Con el que se tiene que ir? ¿Qué está pasando en España? ¿En Estados Unidos? ¿Qué está pasando en toda Latinoamérica con los venezolanos? Era muy importante tocar ese tema para nosotras", señala la venezolana, de 59 años.
Por su parte, la escritora Karina Sainz, que acompañó a las directoras al festival, destaca que "la película respira el autoritarismo de los tiempos" y lo "retrata de manera universal", algo que ella "pretendía retratar" en su novela.
"Cómo se mete en tu vida sin tú ser consciente, cómo se mete en la vida de Adelaida, te transforma, te aliena", agrega Sainz.
"Estamos viviendo en tiempos autoritarios: el control de migrantes en distintos países, cómo se pueden llevar a la gente detenida, esa sensación de que el ser humano no controla la voluntad de sus decisiones, a merced de un poder mayor", denuncia.
- Catarsis en el rodaje -
Según Marité, el rodaje en México "fue fantástico" y estuvieron "cobijadas todo el tiempo" por la productora Redrum.
Pero, con un deje de humor, Mariana decide "llevar la contraria", recordando que también hubo "momentos tensos" en una grabación que, en parte, fue una especie de catarsis.
"Hasta el último extra era venezolano", cuenta Rondón. "Al final de cada día, o en el almuerzo, cada uno de los venezolanos se acercaba y contaba su propia historia".
Según dicen, uno de los extras había participado en las protestas de 2017 que recrea el filme, y fue herido y preso. Tuvo que asistir a la filmación acompañado de sus terapeutas "para que no reventara a llorar".
"Y fuimos nosotras quienes reventamos", afirma Marité Ugás.
Cuándo se les pregunta sobre qué recibimiento esperan que tenga la película en Venezuela, la directora peruana replica que ellas quieren "llegar a todos lados".
"A esa Venezuela que está regada por todo el mundo, esa diáspora, porque la película resuena mucho con aquello de haberte visto obligado a partir dejando tu cajita de los recuerdos, dejando lo más preciado atrás", comenta.
Que la película alcance a los que se fueron, sí, pero también a "los que están en este momento en Venezuela en su propio exilio interno en muchos casos".
En el filme, las directoras utilizaron imágenes de archivo, algo que les "parecía importante porque la memoria es muy corta", según Mariana.
"Sí, son tiempos mezquinos y olvidadizos. Y por eso queremos subrayar con esta película justamente eso: ¿Qué ha sucedido? ¿Qué sigue sucediendo?", coincide Marité.
"Y lo queremos subrayar inclusive desde el título: aún es de noche, aún sigue siendo este thriller venezolano infinito que no llega a su fin".
C.Diaz--SFF